Nos levantamos con más parsimonia y tranquilidad que los dias anteriores, ya que en principio no tenemos mucha prisa : ir a Old Delhi en metro, volver para comer con Aida y terminar visitando un mercadillo antes del volver a casa para cenar es nuestro plan.
Salimos a nuestra primera aventura del día que es llegar a la estación de metro mas cercana por nuestra cuenta y a pie. Afortunadamente la temperatura es bastante mejor que la de dias anteriores, gracias a la tremenda tormenta de la noche anterior.
Entramos en el metro y nos encontramos una estación grande, limpia, con aire acondicionado y con poca gente lo cual nos hace pensar en un placentero viaje en metro. Poco a poco y según vamos pasando estaciones empieza a cambiar la cosa ... empieza a entrar cada vez mas gente hasta que llegamos a una situación en la que estamos cada vez mas apretados, soportando el olor de los de alrededor y empujones por todos lados.
Finalmente conseguimos llegar a nuestro destino y aparecemos en lo que se denomina Old Delhi.
La verdad que lo que se siente al llegar a ese lugar es algo que no se puede explicar y que por mucho que te lo cuenten es imposible ni si quiera imaginar : suciedad, malos olores, extrema pobreza, ristras de personas durmiendo en la calle uno tras otros, niños pequeños en fase de desnutrición, cantidad de perros callejeros durmiendo en plena calle ... en fin, una situación que no tiene nada que ver con todo lo visto anteriormente y que nos traslada a la Delhi mas cruda, mas dura y seguramente más real.
También decir que intentamos visitar los dos monumentos de la zona como son The Red Fort y la Mezquita pero nos resulta imposible porque el primero está cerrado debido a las fiestas de la independencia, y el segundo no abren has las 14 horas debido a los rezos. Es impresionante ver un grupo enorme de gente todos rezando a la Meca de rodillas y con sus trajes blancos.
Una vez que nos vamos de alli, volvemos al metro, y la situación que nos encontramos no tiene nada que ver con la del primer metro que cogemos. En este caso la estación es una aglomeración de personas prácticamente sin educación. Simplemente para entrar por los torniquetes de seguridad se hace a base de empujones y broncas entre ellos.
Ya dentro, cogemos el tercer metro que nos llega y que parece que nos va con un poco de menos gente y vamos hasta donde hemos quedado con Aida para comer.
Al salir del metro, y a pesar que alguno dice que sólo está chispeando, está lloviendo bastante. Llevamos donde Aida y nos ponemos a comer en otro sitio que no lo recordaremos entre los mejores del mundo, pero que por lo menos cumple su función.
Terminada la comida, decidimos ir a un mercado cercano, y empieza el juego con los rickshaws. Después de ver las negociaciones de Aida con varios de sus conductores, llego a unas cuantas conclusiones :
- los conductores son unos figuras que siempre intentan timarte.
- AIDA es una máquina negociando a pesar que muchas veces pasan de ella.
- yo seria incapaz de conseguir el nivel de Aida ni auqneu llevase 10 años.
- para negociar con esta gente hay que ser muy constante.
Después de mucho negociar, por fin conseguimos unos rickshaws y conseguimos llegar hasta el mercadillo. En ese momento tanto Borja, como Antonio como yo nos convertimos en meras comparsas y en simples acompañantes de Carmen y Aida.
Empezamos a visitar puestos que a nosotros nos parecen todos iguales, mientras que asistimos a cursos acelerados de como regatear impartidos por Aida. Cuando ya hemos estado por un montón de tiendas que son las mismas y por fin empezamos a irnos, surge uno de los mejores momentos del día. Un chavalillo de lo que se acerca a venderte cualquier cosa, parece que se fija en uno de nosotros y le acaba diciendo que es un "sexy man " y que está" very hot. ".
Ya por fin, vamos a casa, cenamos y nos vamos a la cama que mañana nos espera uno de los momentos mas esperados de las vacaciones: el viaje a Srinagar.
Una vez terminada la segunda etapa de Delhi, la situación cambia bastante respecto a los dos primeros dias. Te das cuenta que donde estamos nosotros es el paraíso en comparación con la realidad de esta ciudad y país. Si quieres ver la realidad de Delhi, tienes que pasarte por Old Delhi por muy duro que sea y se te haga, porque desde luego, impresionante bastante.
Si no visitas Old Delhi, no has visto Delhi.
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