Nos despertamos pronto, dándose la casualidad que para todos ha sido el dia que peor hemos dormido. Especialmente para mi, que paso una noche casi sin dormir y con diarrerea. Todo el mundo me dice que es lo habitual, pero a mi es algo algo que no me compensa, y mas teniendo en cuenta que en dos horas cogemos el avión para Kathmandu.
Me tomo un fortasec y un sobre de suero, y aunque la situacion no es la mejor, ya estamos listos para salir.
Una vez llegados a katmandu y habernos hecho el visado, por fin salimos a la calle. Y aunque parezca increíble, encontramos un caos mayor que el de Delhi y un tráfico horrible solo para valientes. Aunque tambien encontramos algo agradable, ya que el tiempo es bastante mejor que en Delhi.
Ya acomodados en el hotel, hacemos poca cosa : contactar con nuestro guía para planificar los días que vamos a estar allí. Hecho esto volvemos al hotel a cenar.
Por cierto, no os recomiendo poneros malos y comer un arroz cocido a secas mientras los demás se comen unos platos que tienen buena pinta.
Tengo que decir que kathmandu me ha creado una primera muy buena impresión. Tienen un caos mayor al de Delhi, pero también un encanto mayor. Pasear por esas calles llenas de comercios pequeños nos hace recordar una película de Indiana Jones.
Simplemente espero que mis problemas de tripa se solucionen para disfrutar de esta ciudad al máximo y que ni yo ni mis compañeros tengamos que estar pendientes de como me encuentro.
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